Explainer
Esperanza de vida de los pavos: ¿cuánto tiempo viven antes de ser faenados?
Agricultura•5 min read
Explainer
Los nuggets de pollo son un básico de las cadenas de comida rápida y de los congeladores de supermercados, pero hay más en los simples nuggets de lo que aparenta a simple vista.
Palabras de Ingrid L. Taylor
Los nuggets de pollo son un elemento básico en las cadenas de comida rápida y en los congeladores de las tiendas de comestibles, tanto por ser convenientes como por ser versátiles, acompañados por una variedad de salsas. Son los más populares entre los productos de pollo y alrededor de 73 millones de estadounidenses los consumieron regularmente en el 2020. Debido a su forma, su tamaño de un bocado y el no tener hueso, es fácil olvidar que estos productos vienen de un pollo vivo, uno que probablemente vivió toda su corta vida en un cobertizo sin ventanas, lleno de amoníaco y hacinado ala con ala junto a otros pollos.
Entonces, ¿cómo se hacen los nuggets de pollo y dónde se producen? La producción de nuggets de pollo está prosperando en Estados Unidos. La gente compra más pollo que otro tipo de carne y el consumo de pollo ha crecido de forma sostenida desde la década de 1960. En el 2020, el pollo fue la proteína número uno consumida en Estados Unidos, con la friolera de 98 libras per cápita, casi el triple del consumo per cápita en 1960. Pero lo que mucha gente no sabe, cuando llegan a un autoservicio de comida rápida después de un largo día de trabajo, es cómo la invención del nugget de pollo llevó al nacimiento de esta colosal industria.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los civiles estadounidenses enfrentaron una escasez de carne roja, la proteína dietética favorita en ese entonces, y la gente recurrió al pollo como reemplazo. Los agricultores y las empresas intervinieron para responder a la creciente demanda, modernizando la industria para criar pollos más rápido y más barato. Sin embargo, el final de la guerra trajo consigo una disminución repentina en el consumo de pollo. Se llevaron a cabo investigaciones en un intento por revitalizar la industria y, en 1963, Robert C. Baker inventó los nuggets de pollo en un laboratorio de la Universidad de Cornell. Luego envió la receta a las empresas productoras y los nuggets se volvieron un éxito inmediato. Finalmente se volvieron omnipresentes en los menús de comida rápida de todo el país.
La industria ganó otro impulso a finales de la década de 1970 cuando las guías alimentarias de Estados Unidos plantearon preocupaciones sobre el consumo de la carne roja y animaron a la gente a comer más pollo. Cuando McDonald´s lanzó su marca de nuggets de pollo a principios de la década de 1980, el producto se vendió mejor que cualquier otro ítem de su menú. La demanda estadounidense de pollo se solidificó con la comercialización exitosa del nugget y los agricultores buscaron aumentar sus ganancias, criando pollos de forma selectiva para que crecieran rápido y aumentaran rápidamente de peso.
La invención del nugget de pollo ayudó a catapultar una industria que sacrifica 25 millones de pollos al día solo en Estados Unidos, pero ¿qué hay realmente en este alimento apanado básico de la comida rápida?
El nugget de pollo contiene muy poca carne real. En su lugar, el nugget está compuesto en su mayoría por grasa y otras partes variadas del cuerpo del pollo, incluyendo nervios, huesos, piel y tejido conectivo. Según un análisis realizado por investigadores del Medical Center de la Universidad de Misisipi, los nuggets de dos restaurantes de comida rápida tenían cerca de un 60% de grasa y solo un 18-19% de proteína. Además de altas cantidades de grasa, los investigadores detectaron fragmentos óseos microscópicos y tejido conectivo, como tendones y ligamentos, lo que los llevó a plantear preocupaciones acerca de las ramificaciones sanitarias de este producto que se comercializa frecuentemente a niños y se considera una de sus comidas favoritas.
Los nuggets de pollo también contienen una variedad de otros ingredientes, incluyendo emulsionantes y espesantes, masa a base de trigo, aceite vegetal, fosfato de sodio, agentes antiespumantes, glutamato monosódico (MSG), agentes antiaglomerantes como el silicato de calcio, dextrosa, extracto de levadura, propilenglicol, almidón de maíz modificado, suero (producto lácteo) y varios conservantes y rellenos.
Son altos en sodio y una porción de seis piezas de nuggets de pollo pueden contener entre 270 y 500 miligramos de sodio, dependiendo del restaurante. Una caja de 10 nuggets de pollo de McDonald´s contiene casi la mitad de los requerimientos diarios de sodio de un adulto. Comer más de la cantidad recomendada de sodio puede generar problemas de salud como presión arterial alta, así como aumentar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, enfermedad cardíaca y cáncer. Y para prepararlos, los nuggets generalmente se fríen en aceite, lo que se ha demostrado tiene una fuerte conexión con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la presión arterial alta, la obesidad y la insuficiencia cardíaca.
Dado su pobre contenido nutricional y los ingredientes poco saludables de los nuggets de pollo, los nutricionistas y doctores han hecho sonar las alarmas, con toda la razón, acerca de los posibles efectos a largo plazo en la salud de una dieta dominada por productos como los nuggets de pollo. Además de un mayor riesgo de enfermedad crónica, estos efectos incluyen dolores de cabeza, depresión, enfermedad dental, colesterol alto y acné.
El sufrimiento animal también se puede agregar a la lista de las consecuencias negativas de los nuggets. Los pollos cuyos cuerpos se utilizan para hacer nuggets tienen vidas cortas y dolorosas en abarrotadas granjas industriales. Aunque la forma, el tamaño y la conveniencia de los nuggets de pollo pueden facilitar desconectarse de esa realidad, este producto proviene de pollos que alguna vez vivieron y que valoraban sus vidas de la misma forma que lo hacemos nosotros.
Los pollos criados para productos cárnicos, como los nuggets, son llamados “broilers” o “pollos de engorde”. Estos pollos han sido criados para crecer muy rápido y ganar peso de forma acelerada. Su rápido crecimiento causa defectos óseos dolorosos, incapacidad para moverse, lesiones en las patas y muerte súbita. Son sacrificados con solo cinco o siete semanas de edad. Pero ¿cómo pasan los pollos de ser aves vivas a ser un nugget irreconocible en el plato de alguien?
Los huevos de las aves reproductoras son extraídos y puestos en incubadoras. Una vez que eclosionan, los polluelos se mantienen juntos en un granero grande hasta por 72 horas.
Los polluelos viajan a lo largo de una cinta transportadora para ser ubicados en cajas de transporte. Luego son trasladados a grandes cobertizos con iluminación artificial (la mayoría no tienen ni ventanas ni acceso al exterior) en una granja de engorde. Un cobertizo típico tiene decenas de miles de pollos hacinados en su interior. Los cobertizos suelen ser estériles y de un sólo nivel, equipados solamente con bebederos y comederos y tal vez algo de paja en el suelo. En general, los cobertizos no se limpian ni se les brinda paja limpia a las aves. Aquí, los pollos vivirán el resto de sus cortas vidas.
Los trabajadores agarran a los pollos por las patas y los ponen en cajas para transporte y en el proceso con frecuencia sufren dolorosas lesiones, como huesos rotos. Las cajas, tan llenas que los pollos apenas pueden moverse, son cargadas en camiones. Los pollos deben soportar horas de transporte sin agua ni comida y son sometidos a temperaturas extremas de frío y calor antes de llegar al matadero. Muchos pollos mueren a causa de las heridas, la exposición y el estrés antes de llegar al matadero.
En el matadero, los pollos son colgados hacia abajo con grilletes y luego se pasan por un baño de agua electrificada para inmovilizarlos, un proceso tras el cual generalmente los pollos siguen totalmente conscientes.
Los pollos luego pasan a través de una cuchilla giratoria mecánica que busca cortarles la garganta; sin embargo, este proceso por lo general pasa por alto las arterias del cuello que aseguran una muerte rápida por pérdida de sangre. La investigación muestra que cientos de millones de pollos pasan por esta etapa del sacrificio completamente despiertos y experimentan intenso miedo y sufrimiento.
A continuación, los pollos son vertidos en cubos de agua hirviendo para aflojar sus plumas y se someten a una máquina llamada “recolector”, donde cientos de dedos de goma sacan las plumas. Los pollos que no se desangraron durante la etapa anterior experimentan un dolor insoportable cuando son escaldados vivos.
Después del recolector, las aves se mueven a una línea de evisceración mecanizada donde se les extraen los órganos y las patas.
Los cuerpos de los pollos son lavados con sustancias, como cloro, para desinfectarlos y reducir el crecimiento bacteriano.
Los cuerpos de los pollos destinados a productos como los nuggets son sometidos a un proceso adicional. Son cortados (generalmente en una línea de ensamblaje mecanizada que se puede programar para realizar ciertos cortes), deshuesados y separados mecánicamente. La carne se tritura y luego se somete a alta presión por medio de cribas que reducen la carne, los huesos y otras partes a una pasta. Esta pasta se mezcla con aditivos y piel de pollo, incluyendo almidón y fosfato de sodio, y luego se le da la forma de nugget. Los nuggets recién formados se apanan, se enfrían parcialmente y se preparan para el envío.
A pesar de que los nuggets de pollo, con su alegre empaque y deliciosa salsa, pueden parecer inocuos, impulsan una industria que requiere altos costos en términos de degradación medioambiental, sufrimiento animal y salud humana.
La escorrentía de las granjas de crianza de pollos contamina ríos, lagos y estanques, causando la proliferación de algas dañinas y matando a los peces y otros animales acuáticos. La contaminación de fuentes de agua por metales pesados y bacterias patógenas en el estiércol de pollo puede causar enfermedades y muerte en la vida silvestre. La degradación del suelo puede también ocurrir fácilmente cuando el suelo se fertiliza en exceso con escorrentía y se ensucia con subproductos de desecho.
La cría de pollos contribuye a las emisiones globales de gases de efecto invernadero y la producción de pollos de engorde emite un 45% más de gases de efecto invernadero dañinos que otras formas de producción de aves.
La gente que vive cerca de granjas de cría intensiva de pollos sufre de enfermedades por la contaminación del agua y el aire. La producción avícola libera grandes cantidades de amoníaco, metano y óxido de azufre, y causa niveles elevados de partículas, compuestos orgánicos volátiles y compuestos nitrogenados. El amoníaco en el aire puede causar irritación ocular y pulmonar tanto en habitantes como en trabajadores y otros compuestos en el aire pueden ocasionar bronquitis, asma, enfermedad cardíaca y cáncer de pulmón.
Los residentes cercanos deben soportar fuertes olores y una mayor población de insectos, como moscas y mosquitos, que propagan enfermedades. Una investigación realizada por el Departamento de Salud de Ohio encontró que las personas que viven cerca de grandes granjas lidian 83 veces más con más moscas y mosquitos que otros viviendo en otras áreas. Los habitantes cercanos a estas granjas también experimentan pérdidas económicas debido a la disminución del valor de las propiedades y es posible que no puedan permitirse mudarse a áreas con aire y agua más limpios.
Los pollos criados para productos comestibles como los nuggets sufren toda su vida. Estas aves sensibles e inteligentes son privadas de todo comportamiento natural y normal desde su nacimiento hasta su muerte. Las gallinas, que son madres cariñosas y atentas, son inseminadas artificialmente. Sus huevos son retirados y nunca tienen la oportunidad de criar a sus polluelos. Las aves reproductoras pasan hambre de forma rutinaria para evitar el rápido aumento de peso de los pollos de engorde que conduce a una muerte prematura.
Los polluelos son mantenidos en cobertizos oscuros, hacinados, sin luz natural ni acceso al exterior. Con frecuencia, no tienen siquiera espacio suficiente para abrir sus alas. Los altos niveles de amoníaco en los cobertizos les causa úlceras oculares, quemaduras e inflamación de la piel. La paja húmeda y sucia produce una dolorosa dermatitis de contacto e infecciones.
Las aves de “corral” tampoco la pasan muy bien, pues el acceso al exterior generalmente es por medio de pequeñas aberturas en un patio cercado y estéril. Al estar tantas gallinas hacinadas en un cobertizo, solo unas pocas pueden acceder realmente a estos espacios.
El crecimiento antinatural de los pollos de engorde conduce a un mayor sufrimiento; sus piernas no pueden soportar el peso del cuerpo, lo que los lleva al colapso. Algunos mueren de hambre o se deshidratan lentamente mientras yacen en sus propias heces. Con una ventilación inadecuada en los cobertizos, algunos también mueren por estrés de calor. Millones mueren incluso antes de llegar al matadero y los que sobreviven se enfrentan a la agonía de ser electrocutados y degollados, a menudo mientras están completamente conscientes
La demanda por productos rápidos y fáciles como los nuggets de pollo ha impulsado una industria que cobra un alto precio al medio ambiente y a la salud humana. Ha creado un sistema basado en el sufrimiento y la muerte de miles de millones de aves inteligentes y sensibles. Y eso es insostenible.
Los consumidores pueden ayudar eligiendo renunciar a los nuggets y a otros productos hechos de animales. La elección rutinaria de alimentos de origen vegetal es una de las mejores formas de reducir la cantidad de animales sacrificados. Hay muchas alternativas a base de plantas para los nuggets de pollo, lo que significa que las personas pueden obtener su dosis de “nuggets” sin dañar a ningún animal o contribuir al deterioro medioambiental. Empresas como NUGGS, MorningStar, Gardein, Alpha Foods y BOCA, por nombrar solo algunas, tienen sabrosas opciones disponibles.