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¿El veganismo se vuelve cada vez más popular? Uso de datos para seguir la tendencia creciente
Dieta•16 min read
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La gelatina disponible en la mayoría de las tiendas de comestibles se elabora principalmente a partir de una proteína que se encuentra en los huesos de animales criados en granjas, como vacas y cerdos.
Palabras de Grace Hussain
Si algunas vez le has dado la vuelta a un paquete de masmelos para examinar su lista de ingredientes o has revisado el contenido de un paquete de chicles, es probable que hayas leído “gelatina” en la lista. Aunque históricamente la gelatina ha jugado un papel clave en muchos de los alimentos que se consumen y aún continúa haciéndolo, es hora de encontrar alternativas para lograr las texturas onduladas, blandas y divertidas que tanto disfrutamos pero sin acabar con las vidas de los animales. Por fortuna existe una alternativa para prácticamente cualquier uso de gelatina, ya sea espesar sopas y glaseados o en la creación del masmelo perfecto o de un smore admirable.
La gelatina está a menudo asociada con las pezuñas de varios animales, incluidos los caballos, pero se origina como una proteína que también está contenida en los huesos de los seres vivos. La gelatina que generalmente comemos viene de los animales de granja como vacas y cerdos. Algunas gelatinas se comercializan a sí mismas como kosher, lo que significa que se derivan solamente del ganado. Los huesos y otras partes del cuerpo del animal son hervidos hasta producir el deseado gel. La gelatina también puede ser producida al hervir la piel o las escamas del pescado. El francés Denis Papin fue la primera persona de la que se tiene registro de haber producido gelatina al hervir huesos de animales en 1682. Sin embargo, mucho antes de que Papin pensara en hervir huesos, un libro de cocina árabe del siglo X de Ibn Sayyar al-Warraq, escrito en Bagdad, registró cómo hacer gelatina a partir de la cabeza de los peces.
La gelatina se puede hacer a partir de una variedad de sustancias. La mayoría de la gelatina proviene de hervir huesos de cerdos y vacas. Por fortuna, no todas las sustancias gelatinosas requieren la muerte de un animal. Uno de los más populares e igualmente divertidos reemplazos es el agar-agar, un sustancia derivada de las algas marinas que se puede usar para hacer gelatina, masmelos y una amplia variedad de recetas y alimentos.
La mayoría de la gelatina está hecha de vacas, cerdos y peces. De estos tres, los peces son los que menos se usan. Diferentes partes de estos animales se hierven para producir la codiciada sustancia, que se compone casi en su totalidad de proteínas. Entre estas partes se encuentran las pieles de ganado, las pieles de cerdo, los huesos de cerdo y de vaca y las pieles de pescado. Estas partes de animales pueden obtenerse de los mataderos, ya sea como desecho de la producción de carne o después de que los animales hayan sido sacrificados expresamente para la producción de gelatina.
Muchas gelatinas y productos de gelatina se elaboran en parte con piel de cerdo, junto con otras partes de diferentes animales. Además de las gelatinas que contienen piel de cerdo o una mezcla de piel de cerdo y otras fuentes de colágeno, se pueden encontrar gelatinas de pescado y gelatinas elaboradas exclusivamente con partes del cuerpo del ganado. Estos tipos de gelatina a menudo se comercializan como si estuvieran en línea con preferencias religiosas particulares, debido a que no usan cerdos ni partes del cerdo.
La gelatina se puede encontrar en una amplia gama de productos. Es posible que te sorprendas al encontrar gelatina al acecho en la lista de ingredientes de tus comidas favoritas pues se ha encontrado en docenas de salsas, postres y diferentes alimentos básicos, como por ejemplo:
Si bien la gelatina en sí se compone casi en su totalidad de proteínas, este no es el caso de los alimentos en los que el producto se encuentra con mayor frecuencia. Los alimentos como la gelatina industrializada y los masmelos contienen altos niveles de colorantes artificiales, edulcorantes y otros ingredientes nocivos de los que se debe tener cuidado.
Desafortunadamente, la mayoría de los tipos de gelatina y postres gelatinosos contienen colorantes artificiales. Aunque estos colores pueden parecer un aditivo inocente y divertido para hacer que los alimentos parezcan más apetecibles, la realidad es que muchos de ellos provienen de sustancias cuestionables. Muchos colorantes artificiales vienen del petróleo y se han asociado con graves consecuencias para la salud, como cambios de comportamiento en los niños. Los colorantes rojo #40, amarillo #5 y amarillo #6 contienen un carcinógeno conocido: la bencidina.
La gelatina sin azúcar o baja en azúcar hace parte de las golosinas favoritas de muchas personas que hacen dieta y de aquellos que buscan reducir su consumo de azúcar sin dejar de comer un postre colorido y divertido. Sin embargo, los edulcorantes artificiales presentes en muchos de estos alimentos podrían ser una razón para considerar una golosina alternativa. Un problema con los edulcorantes artificiales es que corren el riesgo de disociar los alimentos dulces y procesados con los alimentos poco saludables, lo que hace que sea más probable que consumamos demasiado. Pero los edulcorantes artificiales pueden ser incluso más potentes que esto, cambiando la forma en que saboreamos para hacer que los alimentos menos dulces sean menos satisfactorios e inducir antojos de dulzura.
Otro grave problema de salud asociado con el consumo de gelatina que experimentan muchos son las reacciones alérgicas. Una reacción al consumo de gelatina es más probable en personas que son sensibles a varios tipos de proteínas. Debido a que la gelatina está presente en algunas vacunas, las personas con alergias a la gelatina deben tener cuidado al buscar atención médica estándar. Los síntomas de una alergia a la gelatina incluyen urticaria o sarpullido, picazón en la boca, hinchazón de la cara, vómitos, diarrea, calambres, tos, dificultad para respirar, mareos e incluso pérdida del conocimiento.
A la hora de evaluar si la gelatina es buena para nosotros, es importante tener en cuenta también el bienestar animal y el sistema alimentario. La gelatina se elabora a partir de los cuerpos de los animales. Las partes de animales utilizadas para producir gelatina se obtienen de mataderos que desechan huesos, pieles y otras partes que no se pueden envasar ni vender o de animales sacrificados específicamente para hervir sus cuerpos y crear los postres gelatinosos que muchos de nosotros amamos.
Antes de ser sacrificados por su piel y huesos, estos animales pasan sus vidas dentro de los confines de un sistema industrial de producción que prioriza el dinero por encima de su bienestar o el bienestar de los trabajadores y que es responsable por la contaminación masiva y la degradación ambiental. Dentro de este sistema, los animales se alojan en pequeñas extensiones de tierra por miles, incapaces de demostrar muchos de sus comportamientos naturales.
Los sustitutos veganos de la gelatina vienen en una amplia variedad de formas diferentes con diferentes historias de origen. Lo único que todos tienen en común es que no requieren el sufrimiento o la muerte de los animales en las granjas industriales o en los mataderos como parte de su proceso de producción.
Leer las listas de ingredientes de los alimentos que compras es una excelente manera de ser más consciente de lo que contiene gelatina. Al aumentar tu conocimiento sobre la gelatina, te equiparás mejor para elegir artículos que no contengan gelatina o para usar un sustituto vegano libre de crueldad. Ya que cada vez hay más opciones e innovaciones en torno a los sustitutos veganos de todos nuestros alimentos más preciados, dejar de comer gelatina nunca ha sido tan fácil. Presentarles a tus amigos y familiares sus alimentos favoritos sin gelatina es una excelente manera de abogar contra el sufrimiento animal en tu vida personal.